También un tribunal militar dictaminó en mayo de 2016 que unos primeros análisis de ADN realizados en Francia fueron del mismo modo infructuosos para definir solo mediante ellos la identidad de Sankara.
Pero, recordó el letrado, aunque las citadas pruebas no son concluyentes, la autopsia realizada luego de la asonada en 1987 a los restos exhumados de la supuesta tumba del presidente reveló que el entonces líder revolucionario burkinabé murió tras recibir diez disparos en el pecho, cabeza y piernas.
Los restos de Sankara y los de doce de sus aliados en el gobierno también ultimados durante la asonada golpista fueron exhumados por el entonces Gobierno de Transición (GT) para realizar tales pruebas, en atención a solicitudes de sus familiares.
Las conclusiones de las citadas pruebas ‘no ponen fin al proceso’, subrayó el abogado en alusión a las presentes investigaciones, dispuestas primero por el GT, que administró el país hasta las elecciones de fines de 2015 ganadas por el actual presidente, Roch Marc Christian Kaboré, y luego continuadas por este.
El principal sospechoso por la muerte de Sankara es el expresidente Blaise Compaoré, quien tomó el poder tras el golpe de 1987 y lo mantuvo de manera ilegal hasta que un levantamiento popular lo derrocó en octubre de 2014 y desde entonces está exiliado en la vecina Costa de Marfil.
La justicia burkinabesa investiga desde entonces por la muerte de Sankara a trece personas, siete de ellas ya encarceladas, además de emitir dos órdenes internacionales de arresto contra Compaoré y su antiguo guardaespaldas Hyancith Kafando, sospechoso de dirigir el comando que realizó aquel magnicidio.
El Alto Tribunal de Justicia de Burkina Faso suspendió hace unos días un juicio seguido contra Compaoré por cargos de crímenes durante el frustrado intento golpista de octubre de 2014, hasta que el Parlamento decida sobre la constitucionalidad de dos artículos conectados al proceso.
Sankara, de ideología marxista-leninista y considerado el padre de la revolución burkinabesa, llegó al poder en 1983 con 33 años de edad en el entonces Alto Volta, nombre que él mismo cambió mediante un proceso de reformas por el de Burkina Faso, que en lengua local significa ‘tierra de la gente honesta’.