La conmoción por la virulencia de los choques y la muerte del protestante, al parecer por intoxicación con los gases lacrimógenos disparados por la Policía, movieron al primer ministro malgache, Olivier Mahafaly, a anunciar una encuesta sobre las circunstancias del fallecimiento del hombre, cuyas generales permanecen desconocidas.
El jefe del gabinete añadió que su gobierno convocará a los partidos opositores a conversaciones sobre sus críticas a las planeadas legislaciones y ‘llegar a un consenso que desemboque en soluciones permanentes’.
Las fuerzas del orden dispersaron la manifestación de varios centenares de personas en el distrito de los edificios gubernamentales y grupos de soldados y policías tomaron posiciones alrededor de la sede del parlamento y en los accesos a las emisoras radiales y otros puntos estratégicos.
Reportes sin confirmar aseguran que el presidente malgache, Hery Rajaonarimampianina, partió a un viaje oficial con destino aún desconocido.
Un diputado opositor, Paul Bert Rahasimanana, demandó la renuncia del mandatario ‘por atacar a los miembros del parlamento’ adversos a la adopción de los proyectos.
Los manifestantes son tenidos por partidarios del expresidente Marc Ravalomanana, quien de acuerdo con las nuevas leyes, no podría presentar su candidatura a los próximos comicios.
Asimismo aseguran que entre los proyectos hay algunos que restringen las posibilidades de colecta de fondos para la campaña proselitista y el acceso a los medios masivos de los aspirantes opositores.
El actual presidente malgache fue objeto en 2015 de un proceso de impugnación en el Legislativo acusado de corrupción e ineficiencia, pero el Tribunal Constitucional anuló el dictamen parlamentario.