
Mohamad Fayaz al Serraj, cabeza de ese Consejo, convocó a ese aparato en un ambiente complejo, por las limitaciones sobre las investiduras de los gabinetes, así como por el número de integrantes que proponen para el Ejecutivo previsto, además de las críticas internas en esa dependencia establecida por Naciones Unidas.
Sin embargo en este contexto escabroso, se perciben algunos avances sobre esta reunión dominical tras dos miembros del Consejo Presidencial declarados en rebeldía decidieron reintegrarse al órgano en el que representa a las tres grandes regiones del país.
El martes por Omar al Aswad, representante de la zona occidental de Zlintan, se unió nuevamente al Consejo y el sábado lo hizo Ali Al Gatrani, de parte oriental, enfrentada al llamado gobierno de unidad.
Al Gatrani apuntó que aceptó la invitación de Al Serraj, pero mantiene su opinión sobre la negativa influencia que las facciones tienen sobre la composición del gobierno de unidad nacional.
Las instituciones en Libia en su conjunto colapsaron en 2011, tras una guerra desatada contra el líder Muamar Gadafi, quien resultó asesinado en la ciudad de Sirte, y desde entonces no existe en el país una autoridad central única y legítima, la dispersión se mantiene.