Que los grandes atletas estadounidenses van a la universidad, en su mayoría, con la única intención de dar el salto cuanto antes al mundo profesional es algo que se sabe. El sistema hace tiempo que está podrido y las grandes universidades, tanto en el ámbito del football como en el del baloncesto, lo que quieren de estos deportistas es que les generen enormes beneficios económicos gracias a su desempeño en las canchas y muy poquito las notas que saquen en las asignaturas o si acaban la carrera o no. No importa a los chavales, no importa a las instituciones.
De hecho, y a modo de broma, a la graduación llevó un gorro que ponía «una vez dije que no habíamos venido aquí a jugar a sacarnos la carrera».
Otro jugador de la NFL que esta semana ha completado sus estudios es el safety de los Green Bay Packers Ha Ha Clinton-Dix. Y éste sí que tiene su carrera entre los profesionales asegurada. Porque es una estrella en su puesto y porque, si no media una devastadora lesión, va a firmar en un par de años un contrato monumental que, con justicia, superará los 60 millones de dólares de ganancias en su carrera profesional.
Sin embargo, se ha empeñado en sacar la carrera en Alabama y ha subido a twitter una foto con su último examen.
https://twitter.com/haha_cd6/status/860132476617973766?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fmasdeporte.as.com%2Fmasdeporte%2F2017%2F05%2F08%2Fnfl%2F1494245568_215835.html
No son los únicos deportistas de la NFL que deciden acabar sus estudios, desde luego. Muy famoso fue el caso en su día, por ejemplo, de Andrew Luck quedándose un año más en la universidad, con lo que eso supuso de pérdida de dinero, para competir con Stanford por el título nacional, sí, pero también para acabar sus estudios de arquitectura.